« No somos más que estúpidos Descartes de un destino venturoso. »
« Dice Sartre que l’enfer c’est les autres. Pero a ese infierno, como quizá aconsejaría De Saussure, habría que restarle un rasgo, el de la ubicuidad, y añadirle otro, el de la sincronicidad (transitoriedad). El infierno son los otros, pero únicamente si los conoces bien, si estás muy imbricado con ellos, en una convivencia estrecha. Si te da por regresar a aquel lugar aciago que parecía y era un infierno hace, pongamos, treinta años, allí donde una vez te asfixió una maraña aplastante de catastróficas desdichas, no encuentras hoy sino placidez, animación mundana, incluso fascinante pintoresquismo, y completos desconocidos que te miran por la calle con inocente curiosidad. »
« Los grandes novelistas, tan profundos y ecuánimes (unánimes, que diría Borges), siempre logran de un modo u otro que te reconcilies con algo, incluso con tus peores miserias. »
« Mientras tanto, leo “Un buen
hombre es difícil de encontrar”, y creo que doy con la virtud más llamativa de
Flannery O’Connor (insisto, pésimamente traducida). Se trata de imaginar, sin
grandes aspiraciones al parecer de momento, la historia, una sencilla trama
realista, personajes que te resulten cómodos, familiares, pero procurando siempre por todos
los medios huir del lugar común en los
remates. Culminar las escenas, el perfil de los personajes, de forma
novedosa y original, de manera que las tramas, aun crudas y naturalistas,
resulten difícilmente predecibles. Novedoso, original. Una sencilla fórmula de vanguardia, en línea con el clásico final sorprendente, que quizá aprendió Carver. Los cuentos sureños
es tan fácil que incurran en el tópico. De manera que hay que esforzarse solo
en esa media vuelta de tuerca. Ahí precisamente parece radicar el algo más de
Carver, Chéjov, Joyce… »
« Tengo 50 años. Y todos son
míos. »
«…y ahora su autoestima está por
los suelos, por los sueños... »
« Viven recluidos en una burbuja inhumana:
la civilización occidental. Lo real es lo terrible, la miseria y el dolor que
sufre la mayor parte de la humanidad allende sus fronteras. Así habló el gran
asteroide espiritualmente teledirigido que advino y lo destruyó todo. »
« No es raro, ante el triste
espectáculo histórico, que la filosofía optara a mediados del siglo XX por
refugiarse en el estudio del discurso, del lenguaje, que se supone capaz de describir
hechos... positivos. »
« Escribir es dar marcha atrás. »
« Esto viene
a cuento de eso que decíamos de Beckett. Hay que mirar las obras de teatro, las
películas y obras audiovisuales, hay que mirarlas solo, no escucharlas, dejarlas
mudas. Volver al cine mudo. Solo interesarse por lo que ocurre, no por lo que
se dice; no permitir que los personajes te lo expliquen, obviar toda palabrería barata. Qué queda de auténtico detrás del diálogo corriente.
Mía, tuya; mía, tuya. Qué es lo que cuentas en realidad en cada relato, en cada novela,
en cada película. La poesía, claro, es distinta. Pessoa, en su "Livro", parece sugerir que es más fingidor el prosista que el poeta.
Beckett quería hacer comprender la vacuidad del diálogo, y de toda palabra en
último término. Qué es la comunicación al fin, en qué consiste, a qué dedica el tiempo
libre. Preguntémosles a los psicólogos. »
« El propósito último de la
música es salvarnos de lo que somos, pero, a poco que la conozcas, fracasa:
enseguida se le ven las bragas. »
« No soy médico, pero diría que
el talento es ni más ni menos que una enfermedad más, en términos evolutivos acaso positiva. »
« Beckett desprestigió la
palabra, aunque a su modo: la verborragia joyceana, y consciente de que tan necesario era Joyce como Beckett. »
« La Santa Muerte mejicana (Santa Muerte, uf), especie de entidad
benéfica sincrética representada como un esqueleto que actúa protectoramente
sobre la persona. Relaciónese con el concepto de cuidado de sí mismo heideggeriano, con su existencia auténtica que es vivir
para la muerte. »
« Lo que venía a decir Heidegger
es que la esencia del ser humano es el anuncio mortal, que está fuera del
tiempo, que es eterno: en otras palabras, que el hombre está previamente muerto. En un
contexto de tiempo eterno, cósmico, metafísico, cientifista, nada
orientalizante, la vida, tan corta, es menos que nada. »
« Otro apunte sobre ethos y estética. Mirar a lo que debería ser en
lugar de a lo que es, consiste simple y llanamente en mirar a otro lado, no
querer ver, no querer saber, y el que no quiere saber, el que no ve hasta las
heces, no ha aprendido a representar cabalmente, a simbolizar comme il faut, que es el sentido último y único de todo arte: sí,
materia de ética: el "como debe ser". »
« Qué hace el aristócrata egoísta, el
querulante, su hosca individualidad enarbolada, injustamente castigada, su
acérrimo ombliguismo miope que se quiere delicatessen,
tajada exclusiva y selecta de la mismísima Vida,
qué hace con la constancia también viva, pletórica, y mucho más democrática, de
la Muerte. ¿Acaso transfigurarla estúpidamente en
instrumento de una providencia maligna? »
« El tiempo nos borrará a todos,
pero no al escenario, que espontáneamente se irá renovando en sí mismo. »
© José L. Fernández Arellano, 2011